Para cada persona,
siempre es hermoso y reconfortante recordar los momentos vividos, aquí
les relato un tantito de mi.
Nací en el
año en que murió Issac Newton, justo en el mes que los
poetas escribían prosas de amor, vi la luz por primera
vez en ese paraje de maravillosas entrañas inter-andinas que se encuentra
bañado por un rió mítico.
De esa
hermosa campiña, recuerdo con nitidez sus chichercomos,
ñucchus, el olor del pastizal y los maizales, el jugueteo de
los arboles con las brisas, el relinchar sonoro de los
potros briosos.
También recuerdo
las esquinas de sus apacibles callesitas donde charangueaba interpretando endechas de amor.
¡Que agradables momentos aquellas!
En Sicuani
(Sicuani es un vocablo que significa: sitio donde nace y reside el amor)
pasé lo mejor de mi adolescencia. Aquí las musas soplaron su mejor
aliento en mi juventud.
Posteriormente,
salí por los caminos anchurosos que ofrece la vida: en ese andar conocí
la música de Pablo Milanés, los sones de Andrés Segovia, los versos de Antonio
Machado, el espíritu de Víctor Alberto Gil, el risueño cantar de Leonor Chavez,
y las del trió que formaron Antonio, Plinio y Gilberto.
A propósito, García
Lorca dijo: los versos más tristes no son de Neruda, ni la “muerte con lluvia y
aguacero” del cholo Vallejo. Los versos más alegres al mismo tiempo
los más tristes son las canciones cusqueñas cantados en cardúmenes de arpa y
violín.
De éso,
algunos de mis amigos conocen, de que yo nací para caminar,
hacer de mis sueños aliento mío. He sido tan dichoso como desdichado. Aunque la mayoría de veces vida conmigo ha sido muy generosa.
De esos hermosos
tiempos juveniles recuerdo a las cholas guapas sin siliconas ni
liposucciones que cantaban y vivían felices como las neblinas
del eterno amanecer, lejos de las explosiones de armas con uranio
16.
La mujer
amada es la geometría del espacio, por eso uno nunca
olvida, la guarda con añoranza su memoria en el mejor sitio
de su corazón. Conocí varias, pero una creo ilusión tardía en
mi alma y la dañó irremediablemente.
Hablemos de otros temas:
En la sociedad de
hoy, mucha gente está preocupadas por las apariencias (se
han convertido en liriartas sin sueño y sin filosofía), se olvidan de
algo importante: la afectividad, el amor, el respeto por sí mismo, el
saber manifestar y compartir inquietudes. .
Cuando el hombre
construye lo que quiere, es un hombre feliz, y esa felicidad debe realizar
sin miserias y compartirlas.
He disfrutado la vida, he conocido gente valiosa y aprendido que la vida es una sola, que no hay que desperdiciarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario